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Parnaso

Marrakech una ciudad magnífica

Marrakech es una de las principales ciudades de Marruecos, situada al norte del continente africano. Fundada en 1602, fue capital del imperio islamita y en la actualidad, caminar por sus calles estrechas nos hace sentir que volvemos al pasado en un viaje misterioso.

La ciudad está divida en varias partes, una de las más emblemáticas y visitadas es la ciudad vieja La Medina, reconocida por la UNESCO como patrimonio de la humanidad desde 1985. Esta zona es una suerte de riada de pequeñas calles en las que es fácil perderse, y donde se localizan palacios, mercados, etc. La primera impresión que causa La Medina, es que reina el caos, lo cual puede resultar un poco intimidante. Las calles por las noches son oscuras pero mágicas e incluso, en algunos casos, necesitarás usar la luz del celular para poder caminar sin sobresalto. Pero de día las cosas cambian radicalmente, ya que hay mucha gente transitando, turistas y locales, por lo que viene a ser un lugar muy movido. Y hablando claro, hay que decir que en Marrakech no nos pasará nada porque los habitantes respetan muchísimo sus severas leyes y a su policía.


Existen varias cosas que debemos considerar al viajar a Marruecos: primero plantearnos cómo llegar, y conviene decir que la cuidad cuenta con su propio aeropuerto a 40 km de distancia. Si partes de alguna ciudad de Europa, puedes viajar por Ryanair, con boletos de avión desde 30 euros, o puedes cruzar desde el sur de España en ferry. Si sales de otro continente, seguro encontrarás vuelos directos o con escala en alguna ciudad europea.

Otro dato importante es que la comunicación es difícil, si no hablas árabe o francés, prepárate para usar todas tus técnicas de comunicación no verbal para hacerte entender en la calle, en los hoteles. Sin embargo en sitios muy turísticos quizás encuentres gente que te hable en español o inglés.

En las calles la gente se te acercará cuando se te mira extraviado, pero si tu sagacidad de viajero es buena, no prestes mucha atención, no porque vayan a asaltarte o a llevarte a otro sitio, sino porque ellos consideran que su ayuda es un servicio, y deberás pagar una vez que te lleven.

Si eres mujer, a pesar del calor sofocante, no es recomendable usar faldas cortas, ni shorts, ya que si bien Marruecos es algo liberal con las mujeres, debe recordarse que debemos de respetar sus costumbres ya que decidimos visitar un país islámico.


La moneda de uso corriente es el dírham, y es la misma que circula en los Emirato Árabes: 10.84 dirham equivalen a 1 euro.  Cuando compres algo, siempre puedes regatear, la gente incluso disfruta que regatees ya que siempre te darán un precio altísimo para que puedes negociarlo casi por menos de la mitad, no dudes en intentarlo.

Si visitas Marruecos, tienes que hacer un recorrido por el desierto de Sahara, y si bien es un poco lejos en automóvil, vale la pena ver un atardecer y amanecer en uno de los desiertos más grandes del mundo. Hay recorridos en camellos y en cuatrimotos. Sin duda subirse al camello será una experiencia única, pero las condiciones en las que tienen a los animales, hace pensar dos veces en hacerlo.

Es un país diferente al mío y mucho más a las ciudades cercanas de Europa, pero debemos amar la diversidad cultural para disfrutar de un viaje y mirar las maravillas culturales hechas sobre sí mismas.

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